Prevención en Angiología y Cirugía Vascular
La prevención de la enfermedad cardiovascular se basa en la estimación individual del riesgo, puesto que la aterosclerosis es usualmente un productor de un número de factores de riesgo. Diversas escalas de riesgo se han propugnado, pero la más sencilla es la expuesta en la Tabla 1
Por lo tanto, es recomendable la valoración del riesgo cardiovascular en individuos con historia familiar de enfermedad cardiovascular, hiperlipidemia familiar, factores de riesgo mayores (hábito tabáquico, hipertensión arterial, diabetes mellitus o dislipemia) y en comorbilidades que incrementan dicho riesgo (ESC guidelines). A pesar de que España se encuentra dentro de los países etiquetados como de “bajo riesgo” (mortalidad cardiovascular en 2012 en sujetos entre 45 y 74 años <225/100.000 habitantes en hombres y <175/100.000 habitantes en mujeres), es importante la estimación del riesgo en nuestros pacientes.
De tal forma se pueden clasificar en pacientes con:
- Riesgo bajo a moderado (SCORE <5%): debe aconsejarse la modificación del estilo de vida.
- Riesgo elevado (SCORE >5% y <10%): modificación de estilo de vida y puede indicarse tratamiento farmacológico.
- Riesgo muy elevado (SCORE >10%): se requiere tratamiento farmacológico.
En este sentido, la valoración por un profesional acreditado en Diagnóstico Vascular y en el manejo de la Ecografía Doppler en sus variadas modalidades y con conocimiento de los protocolos de actuación en cada caso concreto es fundamental. Por ello, recomendamos un chequeo vascular a partir de la edad de 40-50 años a la población más susceptible según los criterios expuestos arriba.
Prevención de la Insuficiencia Venosa Crónica
Los factores de riesgo para la insuficiencia venosa se pueden dividir en modificables (exceso ponderal, estreñimiento crónico, actividad laboral, afecciones ósteo-articulares y patologías sistémicas) o no modificables (edad, sexo, raza, gestación y herencia). De tal forma, el desarrollo de la insuficiencia venosa crónica depende fundamentalmente de:
- La herencia genética.
- El tiempo que el individuo pasa de pie que aumenta con la edad.
- La actuación hormonal y/o la temperatura elevada.
Los objetivos de prevención se centran en la reducción de la hipertensión venosa, la activación de la venoconstricción, el mantenimiento o activación de la bomba muscular de la pantorrilla y la conservación de la movilidad articular de la pierna. Se incluyen en la tabla 2 consejos de prevención.
En cuanto a la prevención de las úlceras flebostáticas hay que recordar que es el resultado de la hipertensión venosa producida por el reflujo solo o combinado con la persistencia de obstrucción de drenaje venoso. Dicha hipertensión venosa se asocia con inflamación crónica afectando no tan solo a la pared venosa sino también la microcirculación y produciendo excesiva fuga de presión capilar con deterioro de la nutrición de la piel, cambios cutáneos y eventual ulceración.
Se recomienda una adecuada dosificación y duración de la anticoagulación, junto a la elastocompresión y mobilización precoz. El tratamiento prolongado con heparinas de bajo peso molecular es preferible en pacientes con trombosis venosa profunda proximal en términos de prevención de síndrome postrombótico. En pacientes con trombosis venosa proximal, las medias de compresión por debajo de la rodilla, están recomendadas por un periodo de al menos 2 años.
La prevalencia de úlceras de extremidades inferiores en países occidentales y población adulta es del 0.3%. La incidencia de recurrencia de la úlcera tras su cierre sólo con tratamiento conservador varía en los distintos estudios entre el 24 y el 69%. Se han descrito para la prevención de la recurrencia de las úlceras venosas la terapia compresiva, el reposo en cama y la elevación de la extremidad, el ejercicio y la reducción del índice de masa corporal, y el tratamiento de la insuficiencia venosa. Sin embargo una correcta valoración ecográfica es capaz de aislar una gran cantidad de pacientes que se beneficiarían también de un tratamiento intervencionista sobre el sistema venoso sea quirúrgigo, escleroterápico o combinado para patologías complejas.
Nuestra popuesta como Cirujano Vascular es intentar identificar dicha poplación y, de esta manera al proponer un plan de tratamiento individualizado, mejorar su calidad de vida evitando la reaparición de procesos ulcerosos venosos en los miembros inferiores.